Pros y contras de migrar los datos de tu empresa a la nube
Todos hemos oído hablar de las aplicaciones Cloud, la nube o Cloud Computing. Este concepto se ha hecho famoso desde hace unos años y la tecnología que hay detrás ha revolucionado la forma de concebir el área de IT de gran cantidad de empresas.
La nube no deja de ser sistemas de almacenamiento remoto en entornos virtualizados. Por ejemplo, aplicaciones como Dropbox, OneDrive, iCloud o Google Drive permiten guardar tus datos en la nube, lo cual nos permite poder acceder a ellos desde cualquier lugar y dejan de depender de un equipo físico.
La nube nos ofrece muchas ventajas y algunos inconvenientes.
Ventajas
1) Movilidad, practicidad y alta disponibilidad: podremos acceder al entorno de trabajo desde cualquier lugar siempre y cuando tengamos conexión a Internet. Además, el usuario únicamente ha de preocuparse de su trabajo y olvidarse de la tecnología que hay detrás, que simplemente le permite realizar sus funciones.
La infraestructura estará siempre disponible, raramente va a sufrir caídas, lo cual nos garantiza acceso continuo a toda la información.
2) Ahorro: los sistemas basados en la nube suelen requerir un pago económico mensual o anual que permiten reducir mucho la inversión en infraestructura, sobretodo nos ahorramos el coste inicial de instalación y configuración del entorno y mantenimiento del mismo.
Además, siempre hay flexibilidad para pagar únicamente por los recursos que se consumen, reduciendo el riesgo de tener sistemas sobredimensionados.
3) Adaptación: hay variaciones y mejoras tecnológicas que suelen chocar con la resistencia al cambio de los usuarios. Por ejemplo, a finales de 2018 todavía había alrededor de un 30% de usuarios que usan Windows 7.
No es el caso de la migración de datos a la nube, ya que la forma de trabajar continuará siendo muy parecida y solo requerirá una pequeña adaptación al nuevo entorno.
4) Seguridad: la protección y resguardo de la información correrá a cargo del proveedor del entorno, lo cual nos permitirá centrar los esfuerzos en nuestro trabajo y despreocuparnos de lo que no nos concierne a nosotros.
Puede parecer algo arriesgado dejar tal responsabilidad a un tercero, pero normalmente estaremos hablando de empresas que precisamente se dedican a eso y tienen gran cantidad de recursos para garantizar la seguridad y protección de nuestros datos.
Inconvenientes
1) Hay que tener en cuenta aspectos legales: que toda nuestra información esté almacenada en un sistema en la nube implica la posibilidad de que para ello se usen centros de datos situados en otro país. Hay que asegurarse de que el proveedor cumpla y se adapte al marco legal del país donde almacena los datos, sobre todo si almacenamos datos de clientes de países diferentes que no se rijan por las mismas leyes comunitarias.
2) Dependencia del proveedor: puede ser que, si en un futuro decidimos cambiar de proveedor, la migración de uno a otro suponga un esfuerzo considerable ya que nos estaremos adaptando a la tecnología de cada uno. Por ejemplo, si usamos los servicios de AWS (Amazon Web Services) y queremos migrar a la plataforma Azure de Microsoft, necesitemos expertos que hagan el cambio.
Aunque no siempre vaya a ser así, es algo a tener en cuenta. Un ejemplo diferente sería cambiar la gestión del correo electrónico empresarial de Google Suite a Office 365 o viceversa, cuya migración sería bastante sencilla.
Conclusiones
La infraestructura necesaria para ofrecer todas las ventajas de la nube cada vez es más compleja y requiere de más herramientas. Si queremos gestionar nosotros mismos todo el tinglado será necesario una inversión bastante alta en tiempo y dinero por la formación continuada y especializada que se necesita y la gran infraestructura que hay que mantener.
Esto hace casi imposible que una empresa que no se dedica a ello gestione satisfactoriamente un área de IT moderna sin ayuda de un equipo de especialistas. Ese es el motivo por el que las ventajas que ofrece migrar los datos a la nube cubren con creces sus inconvenientes en la mayoría de casos.
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